¿QUÉ ESTUDIO?

Tengo 16 años y, como la mayoría de la gente de mi edad, no tengo ni idea de qué voy a estudiar. Sin embargo, hace un año tuve que elegir hacia donde quería centrar mis estudios, ciencias o letras. Como no tenía ni idea (y sigo sin saberlo) de qué quería hacer, elegí ciencias un poco para no cerrarme puertas para el futuro y supongo que muchos de los de mi edad habrán hecho lo mismo.

 

Nos hacen elegir demasiado pronto. No se puede pretender que después de llevar diez años sin planteárnoslo, de repente, con 15 años sepamos si queremos ser médicos, ingenieros, economistas o abogados, es prácticamente imposible y por eso, muchas veces, acabamos estudiando cosas que no sabemos si realmente nos gustan. En mi opinión, a este tema se le debería dar mucha más importancia porque, al fin y al cabo, estamos decidiendo qué es lo que queremos hacer el resto de nuestras vidas durante todos los días, que debe ser lo que realmente nos haga felices.

 

El modelo educativo debería ser más parecido al americano, donde, desde muy pequeños los niños se van especializando en lo que más les gusta, en lo que realmente les apasiona. Así, cuando llegan a la edad de decidir qué quieren estudiar, no dudan ni un segundo y eligen lo que siempre les ha gustado.

 

Si trabajamos en lo que nos hace felices, haremos felices a los demás y además trabajaremos con más ganas por lo que seremos mejores.

 

Manuel de A.

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